En Yucatán existen varias leyendas mayas cuyos orígenes son tan antiguos que con el paso de los años se van distorsionando, sin embargo estos relatos no pierden su esencia y es importante que vayan siendo contados a las nuevas generaciones.
Una historia en particular cuenta que hace muchos años en un lugar cercano a la capital Yucateca vivía una señora con su bebé y un perrito que más que una mascota lo tenía como estorbo, siendo maltratado en varias veces e incluso agredido a golpes.
TV Azteca Yucatán comparte a continuación la leyenda del perro que habló y arruinó a un bebé, cuyas bases han sido transmitidas de generación en generación para el enriquecimiento cultural de nuestra entidad.
Leyendas mayas: Conoce la historia del perro que arrulló al bebé
Cuenta la leyenda que una mujer tenía a un bebé y una mascota a la cual trataba muy mal, le gritaba y no le daba comida e incluso a veces lo agredía golpes.
Se dice que la molestia y amargura de la mujer era porque su esposo la había abandonado cuando se enteró que estaba esperando un hijo de él y poco tiempo después ella se enteró que se había ido a vivir con una mujer más joven.
La mujer se dedicaba todos los días a los quehaceres del hogar, pero lo que más le molestaba era tener que caminar todas las mañanas más de un kilómetro hasta el pozo donde cargaba un cántaro lleno de agua, por lo que tenía que dejar sola a su bebé.
El relato cuenta que cada vez que la señora se iba le gritaba a su perro con voz burlona y a la vez molesta “Cuida a mi hija, a ver si haces algo productivo, sólo te dedicas a comer y a dormir, no ayudas en nada en esta casa”.
El noble animal solamente miraba fijamente a la mujer sin entender nada de lo que esta le decía, o al menos eso aparentaba en su momento.
Un día la señora con la misma rutina diaria recordó que el agua se le estaba acabando, entonces adormeció a su bebé en una hamaca, tomó su pesado cántaro y se dispuso a caminar por el preciado líquido.
Nuevamente al salir vio al perro y le dijo como siempre “Cuida al bebé y si ella despierta le cantas para que se duerma de nuevo "...
Hora y media después pasó desde que la señora regresó a su casa con el cántaro lleno de agua, pero conforme se iba acercando al lugar escuchaba una voz masculina que provenía del interior de su choza.
Poco a poco se fue acercando temerosa y descubrió que la voz estaba arrullando una canción de cuna que conocía bien, pues era una de las que a diario le cantaba a la bebé para que se durmiera.
Al momento de abrir la puerta fue muy grande su sorpresa al ver que el perro estaba cantando y meciendo a la bebé en la hamaca, parado a un lado de ella y arrullándola para que no llorara; la señora del susto tiró el cántaro del agua y según cuenta el mito y leyenda, empezó a salir tanto líquido del mismo que se inundó no solo en la casa, sino también una ondada que había en su patio hasta llenarse convirtiéndola en una pequeña laguna.
Existen varias versiones de la historia que la sitúan incluso en la población campechana de Chuiná y otros tantos en la comisaría de Tekax, sin embargo no se sabe el origen exacto de esta leyenda que no deja de ser interesante e incluso de cierta forma es una especie de elección para cuidar a los animales.
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