Parte de las tradiciones de Navidad es intercambiar regalos, estar con la familia y seres queridos, pero puede haber otras costumbres que no son tan comunes y que muy pocas personas suelen conocer precisamente por su nivel de extrañez y rareza que traen consigo mismas y que resultarían perturbadoras para algunas personas.
A decir de algunos que sí son muy fans de las fechas decembrinas, afirman que estas tradiciones no son para nada normales, pues todo suele ser amor, paz y tranquilidad, mientras que por el contrario, éstas incitan a la muerte y a otras costumbres muy raras.
Las más comunes son que incluyen a la familia, reuniones, intercambio de regalos, tal y como lo mencionamos anteriormente, pero practicar otras que estén lejos de esto, es considerado raro.
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Tradiciones de Navidad perturbadoras
Una cabeza de jabalí: Previo a que la cenas comenzaran a hacerse con pavo, las festividades de la clase alta inglesa del siglo XVI, acostumbraban a usar una cabeza de jabalí como alimento principal.
Actualmente un colegio de Oxford mantiene la tradición de comer este alimento en la cena de Navidad. La tradición data de una leyenda que dice que un día, un alumno estaba paseando por un bosque cercano y se tomó con un jabalí, al cual venció metiéndole su libro de filosofía en la garganta.
Esferas para ahuyentar a las brujas:_ En países como Gran Bretaña e Irlanda, se acostumbraba a usar esferas de bruja que no eran más que esferas de vidrio soplado y que a veces eran recubiertas por dentro con plata. Con todo esto, se creía que servía para ahuyentar a los malos espíritus. Actualmente, son lo que todos conocemos como las esferas de Navidad.
Caballo muerto y amarrado a un poste: Según indica la celebración de Mari Lwyd, que es originaria del sur de Gales y que actualmente se sigue celebrando en la región de Glamorgan, es una de las tradiciones navideñas más terroríficas que existe y que se remonta a la época cristiana.
Mari Lwyd es un caballo muerto que fue disfrazado y puesto en un poste y la celebración indica que a partir del cráneo real de un animal de esta especie, las personas lo decoran con cascabeles y cintas para después envolverlo con una sábana blanca que se lleva en un poste. El caballo y el grupo van de puerta en puerta cantante para retar a las familias a una batalla de insultos rimados.