De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en los últimos años se ha registrado una baja considerable en el número de ejemplares de los burros, por lo que se podría pensar que la especie se encuentra en peligro de extinción. A principios de la década de 1991, existían alrededor de un millón 500 mil burros, pero para 2007, la cifra bajó a 581 mil 401 animalitos de esta especie.
Una de las causas se debe al uso más frecuente de la tecnología, pues provocó que dichos animales se volvieran más obsoletos para la población misma que dejó de criarlos y poco a poco el número de ejemplares fue desapareciendo.
Incluso se señala que además de ser víctimas de abuso en los que son golpeados y obligados a trabajar de manera forzada, su carne comenzó a ser comercializada, lo que contribuyó a la muerte de muchos de ellos.
¿Por qué ya no hay burros?
Los expertos señalan que los burros son animales muy inteligentes que logran desarrollar tres sentidos: vista, oído y olfato. Con esto, pueden percibir inestabilidad por lo que anteriormente se les usaba para trazar caminos ya que son muy precavidos al caminar y sólo recorren terrenos seguros.
Incluso se dice que los burros pueden pasar hasta 10 años sin ver a sus amos y aún así lograrían reconocerlos.
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Se sabe que en Burrolandia, un lugar que se dedica al cuidado y preservación del burrito mexicano, tiene 89 ejemplares en resguardo y algunas hembras se encuentran en cinta, por ello, este 2023, el número de burros aumentará considerablemente.
Muchos de estos animales son maltratados y a cargar pesos muy grandes que podrían lesionarlos y muy poca gente les brinda los cuidados necesarios para evitar enfermedades o lesiones.
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