Con una sonrisa en su rostro y mirada regocijante, así festejó sus 100 años de vida doña Aída Candelaria Pérez y Chablé, abuelita yucateca fuerte, entera y con muchas ganas de festejar más cumpleaños.
Oriunda de Peto, Yucatán, nació el 2 de febrero de 1923, es la tercera hija de 12 hermanos. Llegó a sus 10 décadas de vida y lo festejó en un salón de fiestas en Mérida, Yucatán donde la acompañaron sus hijos, nietos, bisnietos y tataranietos.
“Mamá Aída” como la conocen en su familia tiene 8 hijos, 38 nietos, 38 bisnietos y 10 tataranietos y durante su festejo, indicó que no es fácil llegar a un siglo de vida y que a lo largo de este período recuerda los buenos momentos que hoy la mantienen con plenitud, “doy gracias a Dios por permitirme llegar a esta edad, en compañía de mi familia”.
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En un ambiente muy yucateco, con adornos de la región y luciendo el huipil con un rebozo blanco, la cumpleañera se puso a bailar la tradicional jarana, por cierto; su género favorito donde también recitó las “bombas yucatecas” diciendo: “bomba me pides, bomba te doy, dame un abrazo que ya me voy”, mientras levantó los brazos en ángulo recto, paso singular de este baile popular.
Con lágrimas en los ojos, Lucía Dzul Palma, explicó que doña Aída, es como su segunda mamá, ella le enseñó todo, “cuando estaba chica mi mamá murió y crecí con ella, con sus hijos. Disfruto verla feliz, ya quisiera yo llegar a esa edad”, acotó.
Y precisamente al preguntarle el secreto para llegar a un siglo de vida, doña Aída, indicó que, “Yo creo que la felicidad, ser feliz, la alimentación, comía muchas cosas de antes”, de hecho comentó que su platillo favorito es el relleno blanco.
Para las nuevas generaciones, ver a su abuelita yucateca recargada de energía es sinónimo de fortaleza, así lo califica su nieto, Edwin Mejía Gómez, “estoy muy orgulloso, es una persona muy activa, recuerdo cuando iba a su casa cada fin de semana, mientras todos comíamos con ella, nos contaba las anécdotas y actividades que hacía cuando era joven”.
Luego, toda la familia le cantó las mañanitas y le desearon un ¡feliz cumpleaños! para después continuar con la pachanga que este año representa un número especial.
De esta forma, es como esta abuelita yucateca celebró una vida llena de experiencias, pérdidas y de mucha salud pero sobretodo de colecciones de enseñanzas.
Mujer yucateca cumple 100 años de vida y así lo celebró
